Quiero empezar con el cerebro de los hombres. El cerebro de los hombres está hecho de pequeñas cajas, y tenemos una caja para todo. Tenemos una caja para el coche, una para el dinero, una para el trabajo, una para la esposa, otra para los niños, etc. ¡Tenemos cajas por todos lados! Y la regla es “Las cajas no se tocan entre sí”. Cuando los hombres hablamos de un tema en particular, vamos a esa caja en particular, la sacamos, la abrimos, y discutimos sólo sobre lo que está en esa caja. Luego cerramos la caja y la ponemos con mucho, mucho cuidado para no tocar ninguna otra caja.
Ahora, el cerebro de las mujeres es muy distinto al de los hombres. El cerebro de las mujeres es una gran bola de cables. Y todo está conectado… con todo. El dinero está conectado con tu coche, tu coche al trabajo, los niños a tu madre. ¡Y todo está conectado a todo! Y todo está conducido por una energía que llamamos “Emociones”. Es una de las razones por las cuales las mujeres tienden a recordarlo TODO. Porque si tomas un evento, y lo conectas a una emoción se plasma en su memoria y podrá recordarlo para siempre.
Lo mismo pasa con los hombres, solo que no pasa tan a menudo. Porque francamente,
nada nos importa. Ahora, todos los hombres tenemos una caja en el cerebro, que la mayoría de las mujeres ni siquiera sospecha. Esta caja en particular, no contiene NADA. De hecho, la llamamos “La Caja de la Nada”. Y de todas las cajas que los hombres tenemos en el cerebro… “La Caja de la Nada” es nuestra favorita. Es por eso que los hombres pueden hacer cosas típicas de zombis durante horas. Ya saben, como pescar, y ¡nos encanta! Es por eso que los hombres se pueden sentar frente a la TV y estar con el mando en la mano sin ver NADA. Claro, esto pone locas a nuestras esposas, y dicen: ¡Detente! ¡Es imposible que estés mirando algo! “No estoy mirando nada”.
La Universidad de Pennsylvania, hace algunos años hizo un estudio, y descubrió que los hombres tienen la habilidad de pensar en nada, ¡y aún así respirar! Las mujeres no pueden hacerlo ¡no pueden hacerlo! ¡Su mente nunca se detiene! Y no entienden “La Caja de la Nada”. ¡Y las vuelve locas! Nada vuelve más loca a una mujer, nada la irrita más, que ser testigos de un hombre haciendo NADA. Algunas mujeres dicen: ¡Oh! ¿Puedo ir a esta caja de la nada con él? Además entrarían y dirían:”Sabes, este lugar necesita algunas fotos…una mesita aquí, unas flores…” ¡¡¡NOOOO!!!
También tenemos la forma en que los hombres y las mujeres manejan el stress. Cuando un hombre está estresado, sólo quiere ir corriendo a su “Caja de la Nada”. Una mujer ve al hombre en ese estado vegetativo y le dice: ¿En qué estás pensando? En nada. “Tienes que estar pensando en algo” En nada de nada. Ahora, cuando una mujer está estresada, tiene que hablarlo. Si no lo habla, su cerebro literalmente… ¡Explota! Los hombres se sienten obligados a solucionarles sus problemas. Porque eso es lo que un hombre hace. Un hombre sólo le cuenta sus problemas a otro hombre, para que le ayude a solucionarlo. ¡Pero ella no es un hombre! Si tratas de ayudarla, ¡te matará! No quiero tu consejo, no quiero tu ayuda,
¡quiere que te calles y escuches!