Ya está a punto de que llegue la Navidad, y cada vez hay más gente que ya no lo pasa con tanta felicidad. Y no me refiero por motivos circunstanciales, como puede ser que no tenga trabajo o cualquier otra cosa pasajera. No, me refiero a que observo que cada vez somos más los que la Navidad no representa el tiempo de reflexión, felicidad, solidaridad, alegría, sentido religioso, etc. que se supone que tiene que ser. La verdad es que siempre nos han vendido la Navidad como una (para algunos) obligación de entusiasmo, de tener que ser feliz y pasarlo muy bien, de regalos que a todos nos alegran, y no, creo que no es así. Llega el tiempo de emborrachar a nuestros hijos con más regalos de los que pueden disfrutar, porque ya no es cosa sólo de los Reyes sino que también se ha colado Papá Noel. Hay que resistirse a la vorágine de los grandes almacenes y del consumismo porque la navidad se ha convertido casi exclusivamente en CONSUMISMO. No les enseñamos a valorar a nuestros hijos lo que tienen, sólo a que lo tienen que tener todo. ¿Quién de todos vosotros disfruta de la compra de regalos?, (participar en la encuesta que he puesto). Y qué decir de las comidas en familia. Es verdad que para la mayoría es un buen momento de reunión y de comilona, pero ¿para cuantos ese momento está lleno de tensión porque no es una familia muy bien avenida? Creo que cada vez para más gente.
Feliz Navidad.
